lunes, abril 04, 2016

Rolling Stones en La Habana, Cuba: relato de una experiencia en vivo



Por coincidencia estábamos de vacaciones en La Habana, en Cuba, durante la semana que se realizó el recital de los Rolling Stones en ese país. La presentación de la banda se realizó el 25 de marzo a las 20:30 horas. El concierto gratuito y abierto al público general se realizó en los terrenos aledaños a la Ciudad Deportiva de La Habana y fue el primer concierto al aire libre de una banda de rock británica en ese país. Fue la noche más rockera en la historia de La Habana y el primer evento gigante de rock en la historia de Cuba. Se habla que hubo entre cuatrocientas mil y un millón de personas. Y ahí estábamos nosotros para vivir una experiencia única en la historia de la música rock de la isla.

Desde el momento que supimos del concierto que iba a realizarse decidimos con mi hija Constanza, que había que asistir. Partimos del hotel una hora y media antes del recital dispuestos a lo que fuera junto a un par de amigos extranjeros que cuando vieron que íbamos saliendo con la cámara de video en la mano supusieron hacia donde nos dirigíamos y nos ofrecieron compartir el taxi hacia el evento.

En taxi al evento
El viaje duró unos 10 minutos y el taxista nos dejó a unas cuatro cuadras del lugar, ya que todas las calles aledañas estaban cerradas. Caminamos en completa tranquilidad entre cientos de personas. Los accesos muy expeditos y al ingresar con encontramos con bastante espacio disponible y gente de todas las nacionalidades lo que era muy notorio por sus vestimentas y lenguajes y también de todas las edades, desde niños a adultos mayores.

Camino al concierto

Las instalaciones técnicas y artísticas eran de primer nivel, todo provisto por el team de los Rolling Stones, incluso se veían los equipos de televisión para grabar el recital completo, incluida una grúa móvil con una cámara. En algún momento del recital pasó un dron que seguramente grababa desde la altura. El show completo será editado en un CD que según dicen estará listo a fin de año.

Previo al inicio se mostraron imágenes de otros recitales de la banda y a las 20: 30 en punto comenzó la fiesta musical y todos los presentes sacaron sus cámaras y celulares para inmortalizar el momento. El concierto duró más de dos horas. Yo tengo grabado cerca de 30 minutos de los mejores momentos y de la reacción de las personas. Durante la presentación Mick Jagger dijo: "Sabemos que años atrás era muy difícil escuchar nuestra música aquí en Cuba, pero aquí estamos tocando para ustedes. Definitivamente los tiempos están cambiando”.

Coni, mi hija, esperando el inicio
Los cubanos, no habituados a estos espectáculos, no reaccionaban como los fanáticos de otros países y observaban con una tranquila curiosidad. Los extranjeros eran más efusivos, ya más acostumbrados a este tipo de eventos. Los Rolling Stones realizaron un recuento de sus mejores canciones con una excelente calidad musical y de sonido. Mick Jagger realizó cambios de vestuarios, bailó, cantó con una corista, hubo brillantes solos de guitarra, incluso al final interpretó una canción con un coro, para finalizar con su gran éxito Satisfacción.

Con nuestros amigos del hotel
 Lo curioso fue que al terminar se despidió, se apagaron las luces y todo quedó en silencio. Los cubanos parece que no sabían que había que pedir un bis y fueron los extranjeros que empezaron a gritar para pedir la vuelta ya que aún no había interpretado aún la conocida Satisfaction. Me dio la sensación que los habitantes locales no conocían sus canciones porque no reaccionaban antes los éxitos más conocidos. Incluso una niña de unos 12 años mientras se realizaba el concierto jugaba con un juego en su celular. Los más entusiastas eran los extranjeros. Después de un bis con varias canciones terminó el evento y todos regresaron a casa en completa calma y sin ningún tipo de problemas.  Los buses esperaban a la gente local y nosotros, después de caminar unas cuadras, tomamos un taxi para regresar al hotel. Lo curioso es que en los alrededores no hubo absolutamente nada de merchandising, ni poleras, ni chapitas, ni cd o algún tipo de recuerdo del evento como ocurre en otros eventos. Nada. Como tampoco apareció nada en la televisión. Sólo pude ver 10 segundos de información con un dibujo.

A regresar, en la cafetería del  hotel mientras comíamos, y sabiendo que el equipo artístico y técnico de la banda estaba en el mismo lugar, porque en el comedor ya había visto cenando a un músico, yo le digo a Valerio, nuestro amigo italiano, que al frente estaba un guitarrista de la banda y va a saludarlo. El artista, según su experiencia, calcula que hubo setecientas mil personas. Detrás nuestro en una mesa estaba  parte del equipo de personas de la banda. Cuando el guitarrista se retira se acerca a nuestra mesa y se despide muy amablemente: “nice to meet you”, dice.