viernes, julio 06, 2012

Mal de muchos ó ¿MALL DE MUCHOS?

 
Comentario escrito por Juan Luis Fuentes. Amigo y Publicista.

Hoy en día, producto de factores como la globalización, los medios de comunicación, y muchas otras cosas, el hombre se ha visto dentro de la necesidad de comprar cosas que en algún momento eran totalmente innecesarias y que incluso, hoy se podría vivir perfectamente sin ellas.  Esta necesidad de compra cosas en exceso, sin siquiera necesitarlas, la llaman los expertos un consumismo excesivo o innecesario.

El consumo no depende del dinero de que disponga el individuo, sino más bien de su predisposición a comprar. Es decir, tanto en épocas de florecimiento económico como en épocas de recesión, los individuos y las familias tienden a mantener un nivel de consumo constante, lo cual les permite ahorrar en algunas ocasiones y les obliga a endeudarse en otras.

Chile ocupa hoy el octavo lugar en la lista de las naciones con mayor endeudamiento por consumo en la población. Las masas consumidoras reciben órdenes en un idioma universal: la publicidad, la cual ha logrado lo que el esperanto quiso y no pudo. Cualquiera entiende, en cualquier lugar, los mensajes que la televisión  transmite, persuade y ordena. En el último cuarto de siglo, los gastos de publicidad se han duplicado en el mundo. Gracias a ellos, los niños pobres toman cada vez más gaseosas  y cada vez menos leche, y el tiempo de ocio se va haciendo tiempo de consumo obligatorio. Tiempo libre, tiempo prisionero: las casas muy pobres no tienen cama, pero tienen televisor, y el televisor tiene la última palabra. Comprado a plazos, ese animalito prueba la vocación democrática del progreso: a nadie escucha, pero habla para todos. Pobres y ricos conocen, así, las virtudes de los automóviles último modelo, y pobres y ricos se enteran de las ventajosas tasas de interés que tal o cual banco ofrece.

Ahora bien siempre en el principio  y con  la novedad de cualquier inauguración comercial, la familia “Miranda” de todos los niveles sociales hace con  su presencia  un protagonismo muy importante  para así poder decir posteriormente  “yo estuve allí”,   aunque a futuro no regrese muy seguido o nunca más.

Pero no hay que sentirse  culpables, ya que  “mal de muchos consuelo de…”


Nota para los seguidores de otros países: El post se refiere al mega mall “Costanera” construido en Santiago, en una zona de gran congestión vehicular y centro urbano de gran movimiento y que ha generado una gran controversia  en Chile.