jueves, mayo 24, 2007

Marketing: a su imagen y semejanza

Con la diversidad tecnológica y las emociones personales, el control lo tiene la experiencia individual


La actividad del marketing y la publicidad se encuentra en un punto crítico y a la vez favorable. Crítico porque los consumidores se encuentran en una posición expectante para decirle con hechos a las empresas que quieren y como desean que satisfagan sus expectativas. Favorable porque las empresas tienen la gran oportunidad de actuar de acuerdo a la necesidad de los tiempos y resolver prestamente los deseos de sus clientes. En ambos casos la velocidad de reacción y la capacidad de emprendimiento y creatividad apuestan a los resultados. Tanto para uno como para otros.











Los medios ahora están en poder de las personas. Y para llegar a ellos las empresas tienen que hablarle al oído, a la vista y a sus emociones. Decirle al cliente: usted quiere esto…aquí se lo tenemos ahora ya. Este producto…este servicio es para usted…tómelo y si tiene problemas se lo solucionamos inmediatamente. Así están las cosas.

Ahora el poder está en manos de los consumidores. La competencia está sólo a un clic de distancia y para atraer los clientes se necesita proporcionar experiencias inmediatas, intensas y cortas. Es la antigua tienda de barrio, “el otro lado del mesón”, donde el vendedor conoce los deseos y las necesidades de sus clientes, aunque esta vez, en forma de aparatos digitales.

El factor diferenciador que dará el valor a los consumidores es la identificación. Empatía y cercanía para satisfacer a los nichos y subnichos que tendrán en sus manos todos los productos tecnológicos interactivos que deseen como canales de comunicación: teléfonos celulares con televisión, mensajes de textos y fotos; televisión interactiva, pantallas de LCD y plasma, computadores cada vez más pequeños y portátiles con conexión inalámbrica, pantallas de consulta, tarjetas multifunción e nternet con blogs, fotologs, podcasts, videologs o emails.

Te están buscando, matador…consumidores transversales que se mueven de aparato en aparato y que desean participar en el juego del marketing.

En este nuevo mundo tecnológico y global lo mediano y el casi, no sirven. El consumidor quiere cosas extraordinarias, espectaculares. Personalizadas a su aparato. A su imagen y semejanza. Sensible al servicio personalizado, interactivo, cercano a través de los medios de comunicación personales que el consumidor usa.

Al final, lo que importan son las personas…no las estrategias. Los consumidores son el medio. Que paradoja.

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