jueves, enero 04, 2007

La vieja publicidad…la nueva publicidad



Los patrones de la moderna sociedad consumidora de bienes y servicios han sufrido importantes transformaciones en los últimos años afectando su manera de cómo son influidos por la publicidad y en consecuencia en su conducta de consumo de medios y productos.

En el post anterior mencionábamos, por ejemplo, que un 72% de telespectadores no está viendo la publicidad emitida en la televisión, en teoría, el medio más potente.

La vieja publicidad vigente y efectiva hasta fines del siglo pasado se está convirtiendo en algo añejo y predecible. La fidelidad a las marcas y productos dura menos que un suspiro ante la gran diversidad de ofertas, los nichos de consumidores son impredecibles, la publicidad es distante y aburrida, la gente está abrumada por la sobrecomunicación publicitaria. Las campañas tradicionales, como se conocían, ya no están cumpliendo su función a pesar de lo que digan las encuestas y evaluaciones. Si no pregúntele a su vecino.

La nueva publicidad del siglo XXI debiera ser distinta en su fondo y forma a todo lo conocido…y por conocer. La dinámica actual del consumidor debe ser seguida al minuto por las empresas y las agencias debido a las características del entorno competitivo y la explosión tecnológica y del conocimiento. La publicidad debería ser adaptable en el momento de las oportunidades y a la gran velocidad de cambio en relación con el mercado y sus clientes. Ahora todos los productos se pueden copiar rápidamente, todas las estrategias publicitarias se copian y las ventajas competitivas son tan breves.

Es el entendimiento correcto de los nuevos roles de la tecnología en el diseño del modelo publicitario como medio y recurso creativo. La publicidad requiere un rápido “scanner” para descubrir el eje de consumidores, productos/servicios y publicidad para su integración. Una publicidad orientada a operar en línea y en tiempo real con los consumidores donde Tecnología, Comunicación y Creatividad formen un todo que llegue al corazón de los públicos. Es el momento preciso para transgredir las viejas estrategias publicitarias y crear otras nuevas.

Lo importante es darse cuenta a tiempo y que las nuevas generaciones de publicistas, formados en universidades e institutos, dominen y creen conceptos publicitarios para el futuro. Que los programas de estudio de la carrera tengan la dinámica de los tiempos modernos y no se contenten con enseñar tecnologías computaciones como gran aporte, sino que una conceptualización moderna y creativa de las estrategias para alcanzar a este consumidor actual a quiénes se podrá lanzar toda la publicidad del mundo pero cada uno es dueño de su mente.

La nueva publicidad es un nuevo puerta a puerta, un cara a cara tecnológico. Una publicidad diferente, inusual, innovadora, impredecible y sorprendente, porque ya los nuevos consumidores no se dejan engañar con tanta facilidad.

Hay que empezar a dominar la pelota.

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