miércoles, noviembre 16, 2005

La Franja Política: “enchula” tu candidato



La Franja Política que se transmite diariamente por los canales de la televisión chilena para “promocionar como un refresco” a los candidatos presidenciales: la aparecida Bachelet en bajada violenta, Hirsch y su vieja lucha de clases, el desperfilado Lavín y el vociferante Piñera, sustentan sus conceptos en la idea muy básica, por lo demás, de una orientación hacia las necesidades e inquietudes de los futuros votantes, considerando erróneamente tal vez, que es la mejor forma de garantizar resultados exitosos el próximo 11 de Diciembre.

Así se propicia el desarrollo de la sensiblería audiovisual que resulta de tocar las fibras de la emoción con palabras melosas, imágenes dulzonas y promesas al estilo de las teleseries y, la flexibilidad oportunista para adaptarse a las situaciones sociales del momento para justificar su propuesta de gobierno. El detalle es que los candidatos no son actores y su accionar ante las cámaras resulta falso y las escenas mostradas se ven maqueteados y preparadas.

En el plano de la ética, los candidatos argumentan frecuentemente sobre promesas que nadie sabe si podrán cumplir. Mucho QUE hacer y poco COMO hacerlo. Cuando la publicidad política televisiva actúa así está tratando de abusar de la ingenuidad de la gente, al hacer llegar mensajes burdamente persuasivos con temas específicos, delincuencia, salud, educación, pobreza, etc. a los que una gran parte de la sociedad es sensible.

El problema no radica en los extremos de la discusión, sino en una muy amplia zona gris que está entre lo correcto y lo incorrecto de la actitud de cada uno de los candidatos, entre lo que podrán cumplir y lo que no. Total, al final nadie les pasará la cuenta.

El problema principal es que la mayoría de las veces quienes participan en estas campañas televisivas proponen ideas confusas de cuáles son los valores que deben defender y proponer utilizando una profusa variedad de expresiones que si bien reflejan muy buenas intenciones, no necesariamente favorecen una práctica factible.

La Franja televisiva no ayuda a entender las ideas de los candidatos ni su posicionamiento (¿dónde están los asesores comunicacionales?) y tampoco explica con veracidad cómo van solucionar las promesas políticas. Entender al elector con sensibilidad y atenderlo con flexibilidad equivale a aplicar valores de liderazgo entre los entes sociales.

No pueden basarse únicamente en lo que dicta el mercado político. El votante no siempre tiene la razón ni tampoco sabe, a veces, las razones por las que vota. En la Franja hace falta el sentido común y el buen juicio político. La visión de largo plazo y la búsqueda del bien común son más importantes que la solución inmediata de necesidades, requerimientos, gustos o solución de problemas de los votantes en el corto plazo.

Toda publicidad y comunicación política, porque eso es la Franja televisiva, debe ser decente, honesta, veraz y conforme a los principios de la práctica de la política, realizada con el debido sentido de responsabilidad social. Esto que vemos diariamente está más cerca de la farándula presidencial que de la política seria y responsable. Un candidato presidencial debe alcanzar estatura y parecer estadista. Eso no se ha visto hasta ahora.

1 comentario:

Bruno Córdova dijo...

Estoy escribiendo un artículo sobre la franja política para la revista electrónica indie.cl, por lo que me gustaría conversar con usted para discutir conceptos y conocimientos relacionados al espacio propagandístico.
Si dispone de MSN Messenger, súmeme a inmundabeach@gmail.com o puede escribirme un mensaje a la misma casilla. Estaré conectado hasta las 11pm.

Bx